segunda-feira, 31 de janeiro de 2011

Terra alheia / Tierra ajena

O estrangeiro mira a lua. Mira com pontaria certa, sabendo que ela é vista em todos os pontos do planeta. É a mesma de qualquer lugar que se olhe, de sua terra, daqui ou de acolá.
O estrangeiro mira a lua projetando seus sonhos, quase uivando quando está cheia.
O estrangeiro mira a lua com saudades dos aromas de sua terra, das noites mornas e da brisa suave, e atira torpedos, posts-pensamentos.
O estrangeiro com olhar aguçado, observa à distância, num viver quase presente, quase ausente, as peculiaridades do cotidiano onde está.
O estrangeiro sofre de sensatez refratária à cultura que não é sua, mas de outros, e pisa firme a terra que o absorve.
O estrangeiro vê as cores, percebe as misturas, aspira os novos cheiros. Experimenta os sabores, desgusta o idioma, repete os gestos e digere comportamentos.
O estrangeiro convive com outra gente, encara outras caras, deslimita seus costumes.
O estrangeiro tem coração dilatado, porque precisa guardar muito, de tudo.
O estrangeiro tem coração dividido, porque precisa repartir-se em muitos.
O estrangeiro tem que ser atento, tem que abrir a mente, tem que amar o todo.
O estrangeiro é cidadão em dobro.
O estrangeiro é cidadão do mundo.
O estrangeiro tem o coração nas pontas dos pés.

TIERRA AJENA

El extranjero mira a la luna. La mira sabiendo que ella es vista en todos los lugares del planeta. Es la misma de cualquier lugar que la mire, en su tierra, aquí o allá.
El extranjero mira a la luna proyectando sus sueños, casi aullando cuando está llena.
El extranjero mira a la luna con "saudades" de los aromas de su tierra, de las noches tibias y de la brisa suave, y arroja mensajes, posts-pensamientos.
El extranjero con mirada aguda, observa a lo lejos, en un vivir casi presente, casi ausente, las pecualidades de la vida cotidiana donde se encuentra.
El extranjero sufre de sensatez refractaria a la cultura que no es la suya, pero es de otros, y pisa firme en la tierra que lo absorbe.
El extranjero mira los colores, percibe las mezclas, aspira los nuevos olores. Experimenta los sabores, degusta el idioma, repite los gestos y digire los comportamientos.
El extranjero convive con otra gente, encara otras caras, "ilimita" sus costumbres.
El extranjero tiene corazón dilatado, porque necesita guardar mucho, de todo.
El extranjero tiene corazón dividido, porque necesita repartirse en muchos.
El extranjero tiene que ser atento, tiene que abrir la mente, tiene que amar el todo.
El extranjero es ciudadano doble.
El extranjero es ciudadano del mundo.
El extranjero posee el corazón en las puntas de los pies.
*Revisión en español: Aida Haces

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