terça-feira, 12 de abril de 2011

Lições de Civismo / Lecciones de Civismo

Era a inauguração da Semana Cultural na escola. Os alunos cercavam o pátio com seus uniformes, já que era dia de dar honras à bandeira nacional. A faixa etária era de 3 a 16 anos. Uma pequena com seus cinco anos vividos, fez a apresentação, falando bem alto e com bastante clareza, esnobando a timidez.
Outros pequenos personagens entraram com cartazes que traziam as datas importantes do mês, enquanto um grupo de meninos e meninas com cerca de um metro de altura se endireitavam e subiam as meias impecáveis para homenagear a bandeira do país.
Ao som dos tambores, a apresentadora comanda a ordem do lugar:
- Todos em pé para saudarmos a bandeira mexicana!
O play back toca uma banda oficial. O grupo responsável por percorrer o pátio com a bandeira (a escolta) começa a marchar, obedecendo as ordens dadas por um deles:
- Firmes, já!
- Marcha, já!
- Alto, já!
Enquanto todo o público levanta as mãos, com a palma virada para baixo, mas em forma de continência em frente ao peito, cantam o hino nacional.
Um outro menininho é convidado a fazer o juramento à bandeira, e novamente me supreendo com a voz alta e clara do garoto, que não tem mais de seis anos de idade e recita decor:
- "Bandeira do México/ legado de nossos heróis/ símbolo da unidade de nossos pais e de nossos irmãos/te prometemos ser sempre fiéis aos princípios de liberdade e justiça que fazem de nossa pátria a nação independente, humana e generosa, à que entregamos nossa existência."
Todos se despedem da bandeira que novamente percorre o pátio, firmes em suas posições de continência ao coração patriota.
Quero contar que fiquei emocionada, que não pude evitar as lágrimas ao ver crianças tão pequenas cumprindo seu papel de civismo com tanto orgulho, com vontade, em alta voz.
Em seguida, um outro grupo de crianças pequenas recitou uma poesia, dançou e cantou, expressando seus talentos e dons artísticos.
Saí de lá comovida e pensando no patriotismo desse povo, que sempre me chamou a atenção. Um povo que celebra suas festas nacionais, como festejamos nossos carnavais ou um clássico de futebol. Um povo que se orgulha de ser mexicano, apesar de todos os pesares, mas que tem muita dificuldade para exigir seus direitos, cobrar deveres alheios, gritar mais alto por um país melhor, sem violência, sem corrupção, sem pobreza.
Fiquei imaginando aquelas crianças crescendo, tendo acesso a mais informações neste mundo interligado pelo computador, que já manejam desde essa mesma tenra idade, e torcendo para que elas possam descobrir o valor que cada pessoa tem, de verdade, para honrar o país, a bandeira e seu hino que canta:
"Mexicanos ao grito de guerra (...)/ Guerra, guerra sem trégua ao que tente a pátria manchar os brasões!/Guerra, guerra, aos pátrios pendões nas ondas de sangue empapados./ Guerra, guerra no monte, no vale,/ os canhões explodam e os ecos sonoros ressoem com as vozes de União e Liberdade!"

Lecciones de Civismo


Era la inauguración de la Semana Cultural en la escuela. Los alumnos rodeaban el patio con sus uniformes, ya que era el día de dar honras a la bandera nacional. Las edades eran entre 3 y 16 años. Una pequeña con sus cinco años vividos, hizo la presentación, hablando bien fuerte y con bastante claridad, presumiendo de  la timidez.
Otros pequeños personajes entraron con letreros que traían las fechas importantes del mes, mientras un grupo de niños y niñas con casi un metro de alto se enderezaban y subían los calcetines impecables para homenajear a la bandera del país.
Al sonido de los tambores, la conductora comanda el orden en el lugar:
- Todos en pie para saludar la bandera mexicana!
El “play back” suena una banda oficial. El grupo responsable por el recorrido en el patio con la bandera (la escolta) comienza a marchar, obedeciendo los órdenes dados por uno de ellos:
- Firmes, ya!
- Marcha, ya!
- Alto, ya!
Mientras todo el público levanta las manos, con la palma volteada hacia abajo, pero en forma de continencia en frente al pecho, cantan el himno nacional.
Un otro niñito es invitado a hacer el juramento a la bandera, y nuevamente me sorprendo con la alta y clara voz  del chamaco, que no tiene más de seis años de edad y la recita de memoria:
- “¡Bandera de México! Legado de nuestros héroes/ símbolo de la unidad/ de nuestros padres/ y de nuestros hermanos, te prometemos ser siempre fieles a los principios de libertad y justicia que hacen de nuestra Patria la nación independiente, humana y generosa a la que entregamos nuestra existencia.”
Todos se despiden de la bandera que nuevamente recurre el patio, firmes en sus posturas de continencia hacia el corazón patriota.
Quiero contar que me quedé emocionada, que no pude evitar las lágrimas al ver a los niños tan pequeños cumpliendo su papel de civismo con tanto orgullo, con voluntad, en alta voz.
En seguida, un otro grupo de niños pequeños recitó una poesía, bailó y cantó, expresando sus talentos y dones artísticos.
Salí de allá conmovida y pensando en el patriotismo de ese pueblo, que siempre me ha llamado la atención. Un pueblo que celebra sus fiestas nacionales, como festejamos a nuestros carnavales o a un clásico de futbol. Un pueblo que tiene orgullo de ser mexicano, a pesar de todos los pesares, pero que tiene mucha dificultad para exigir sus derechos, cobrar los deberes ajenos, gritar más alto por un país mejor, sin violencia, sin corrupción, sin pobreza.
Me quede imaginando aquellos niños creciendo, teniendo acceso a más informaciones en este mundo interconectado por la computadora, que ya manejan desde esa misma joven edad, y echando porras para que ellos puedan descubrir el valor que cada persona tiene, de verdad, para honrar el país, la bandera y su himno que canta:
"Mexicanos al grito de guerra (...)/¡Guerra, guerra sin tregua al que intente de la patria manchar los blasones!/¡guerra, guerra! los patrios pendones en las olas de sangre empapad./¡Guerra, guerra! en el monte, en el valle,/ los cañones horrísonos truenen y los ecos sonoros resuenen con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!.
*Revisión en español: Aida Haces

Nenhum comentário:

Postar um comentário

Deixe seu comentário.