sábado, 6 de agosto de 2011

HIstória na Cidade do México / Historia en la Ciudad de México

Praça central da Cidade do México
Na Cidade do México a história é latente.
O centro histórico, que surge a partir das ruínas astecas, tem no ponto mais central uma grande catedral.
São três camadas de construção. A primeira, o próprio templo dos indígenas mais poderosos dessa terra, os astecas.
A segunda, construída pelo primeiro espanhol a chefiar a Nova Espanha, Hernán Cortéz.
A terceira, a atual, com 110m de comprimento, 55m de largura e 30m de altura, recheada de arte barroca e pinceladas italianas, mexicanas e espenholas. Uma colossal estrutura que afunda em média 2,5 cm por ano, no pântano onde está fundamentada.

Índígenas exibem-se com danças e descarregos

    Os pajés dançam ao lado da igreja principal da cidade e distribuem bênçãos e descarregos ao som da batida de seus pés e dos tambores ritmados, incensos e mantras ancestrais.
O Palácio Nacional com murais de Diego Rivera que retratam a história do país em traços largos e ousadas cores. E Tutankamon faz parte de uma exposição itinerante.
Seriam os deuses reis, irmãos separados pelos continentes? Pakal e Tutankamon, com tanto em comum, o que os teria separado em nações?
Mais ao fundo, algumas quadras atrás, José Saramago é homenageado. Sua obra e história em outro evento nas entranhas da cidade.
A 500 metros do zôcalo, a praça central, o ex-claustro de Soror Juana Inês de la Cruz, ícone da literatura mexicana que viveu no século XVII e a décima musa da cultura local.
Vulcão ao fundo da cidade
O primeiro hotel da América Latina e o ex-prédio mais alto, a Torre Latino Americana, de onde se avista o vulcão  Popocatepetl que tem dado sinal de vida em flâmulas de fumaça.
Vista do interior do Correio Central
O edifício do correio, uma égide à beleza arquitetônica, entre muitos outros museus que rodeiam a abóboda central.

Palácio de Bellas Artes - centro de grandes eventos e
apresentações artísticas

E o Palácio de Bellas Artes, símbolo do país, con 97,5 mil toneladas de mármore carrara, cristal e ouro folhado.
Toda efervescencia orgulhosamente cultural.
E como diz minha amiga mexicana Maria Paz: "Realmente é apaixonante nossa história carregada de deuses sanguinários, sacerdotes astrólogos, arquitetos autodidatas, mas afinal suas próprias crenças acabaram com seu grandioso império para serem subjugados pelos espanhóis e dar origem à raça que agora somos nem indios nem espanhóis, se não todo o contrário, mexicanos. E eu complemento: Mexicanos com muitas histórias pra contar!

El centro histórico de la Ciudad de México


Centro de la Ciudad de México

En la Ciudad de México la historia es latente.
El centro histórico, que surge a partir de las ruinas aztecas, tienen en el punto más central una gran catedral. Son tres capas de construcción. La primera, el templo mismo de los indígenas más poderosos de esa tierra, los aztecas.
La segunda, construida por el primero español a mandar en la Nueva España, Hernán Cortéz.
La tercera, la actual, con 110m de largo, 55m de ancho y 30m de alto, rellena de arte barroco con pinceladas italianas, mexicanas y españolas. Una colosal estructura que hunde en promedio 2,5cm por año, en el pantano donde está fundamentada.

Indigenas bailan y rezan en el zócalo 

Los chamanes bailan a un lado de la iglesia principal de la ciudad y distribuyen bendiciones y descargos al sonido del ritmo de sus pies y de los tambores, incensos y mantras ancestrales.
El Palacio Nacional con murales de Diego Rivera que plasman la historia del país en trazos amplios y osados colores. Y Tutankamon hace parte de una exposición itinerante.
¿Serían los dioses reyes, hermanos separados por los continentes? Pakal y Tutankamon, con tanto en común, ¿que los tendría dividido en naciones?
Más al fondo, algunas cuadras atrás, José Saramago es homenajeado. Su obra e historia en otro evento en las entrañas de la ciudad.
A 500 metros del  zócalo, el ex-claustro de Sor Juana Inés de la Cruz, ícono de la literatura mexicana que vivió en el siglo XVII y la décima musa de la cultura local.
El vulcán al fondo de la ciudad
El primer hotel de la América Latina y el ex-edificio más alto, la Torre Latino Americana, de donde se avista el volcán  Popocatepetl que ha dado señal de vida en flámulas de humo.
Vista interna del correo central
El edificio del correo, una égida a la belleza arquitectónica, entre muchos otros museos, que voltean la aboveda central.



Palácio de Bellas Artes - centro de grandes eventos
 y presentaciones artisticas
Y el Palacio de Bellas Artes, símbolo del país con sus 97,5 mil toneladas de mármol carrara, cristal y oro hojeado.
Toda la efervescencia orgullosamente cultural.
Y como dice mi amiga mexicana Maria Paz: "Realmente es apasionante nuestra historia cargada de dioses sanguinarios, sacerdotes astrólogos, arquitectos autodidactas, pero al final sus propias creencias acabaron con su grandioso imperio para subyugarse ante los españoles y dar origen a la raza que ahora somos ni indios ni españoles, si no todo lo contrario, mexicanos" y yo lo complemento: Mexicanos con muchas historias para contar!

Nenhum comentário:

Postar um comentário

Deixe seu comentário.